Soy una persona dedicada a la enseñanza del Yoga (Hatha Yoga).
Tras una formación de dos años como Instructor y Profesor (400 horas), la práctica diaria, las lecturas, la búsqueda personal y la experiencia de la enseñanza van enriqueciendo y ampliando mi manera de entender y transmitir esta práctica. De esta forma, se van abriendo horizontes con otras tradiciones como el Qi Gong (Chi Kung) o el Tai Chi, que comparten raíces y objetivos con el Yoga: búsqueda de calma interior, relajación, bienestar físico y mental, unión mente-cuerpo, etc.
En mis clases, alrededor de un eje central, el Hatha Yoga, me gusta integrar prácticas del Qi Gong y del Tai Chi que se aúnan con el Yoga en la búsqueda de la consciencia corporal, el control de la respiración y el movimiento de la energía.
El Hatha Yoga nos ofrece una amplia gama de ejercicios y técnicas posturales que, adaptados a cada nivel y circunstancia, inciden en la musculatura de todo el cuerpo, trabaja diferentes movimientos de la columna vertebral, dota al cuerpo de flexibilidad, elasticidad, fuerza, resistencia, equilibrio.
El Qi Gong combina movimientos pausados y sutiles con una respiración lenta y profunda con el objetivo de desbloquear y redirigir la energía.
El Tai Chi mejora la conciencia corporal, la coordinación, el equilibrio, la memoria, la concentración.
En los tres casos hay un trasfondo común: permitir que fluya la energía, desbloquear tensiones musculares, corregir malos hábitos posturales, tomar consciencia de la respiración y su conexión con el movimiento, con la materia y la consciencia, en definitiva la unión mente-cuerpo en busca del bienestar integral.
Contenido dentro de estas prácticas o de forma específica se pueden realizar ejercicios de relajación, aprender técnicas de respiración y Meditación o Mindfulness.