Todos somos sanadores en potencia. Basta una palabra, una mirada, una sonrisa, o quizás el silencio. En el afán de ser de ayuda a quienes pasan por momentos de alta vulnerabilidad, como es el sufrimiento, la enfermedad, me he dedicado a estudiar sobre Medicina China, plantas, técnicas de liberación emocional, Reiki, Shonishin para niños, masaje australiano Bowen, etc. Pero es en realidad la vida y la profundización en el campo espiritual lo que nos puede permitir el ser ese Intermediario en el proceso, el canal de una gran Fuerza, la Fuerza que llevamos dentro y que hemos de recuperar.
Atiendo a domicilio porque recién me he mudado a Oviedo y estoy viendo qué lugar es el más apropiado para ubicarme.
Estoy para servirles.