A aquellos y aquellas que os preguntéis qué es eso de la Terapia Gestalt, a quién va dirigida, me puede ser útil a mi, de manera muy resumida, a continuación os lo explico.
La Terapia Gestalt, es un potente enfoque terapéutico psicoemocional. En su filosofía y en su práctica atiende a la globalidad del sujeto en sus distintos aspectos: corporal, emocional y mental, trabajando en pos de su integración. Enfoca aquello que sucede en el contacto de un individuo con su entorno, potenciando la conciencia de la experiencia en curso y de la autoría de lo propio para facilitar la maduración del sujeto o del grupo. Lo significativo es siempre lo que ocurre, no lo que debería haber ocurrido.
Más que una teoría de la psiquis, es un eficaz abordaje terapéutico y una filosofía de la vida que prima el darse cuenta, la propia responsabilidad de los procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del organismo (la persona total que somos) para auto-regularse de forma adecuada con un medio cambiante.
Antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos... y requiere del terapeuta un uso de sí como instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una determinada actitud vital en vez de practicar únicamente una técnica útil contra la neurosis.
La psicoterapia gestáltica está dirigida a las personas que estén pasando por un momento conflictivo, difícil, por una crisis personal, así como también a toda persona que quiera conocerse y desarrollarse, logrando un crecimiento personal. A todas aquellas personas que desean ser acompañadas a integrar todo lo que son y aquello que la vida les trae: un duelo, un conflicto familiar, de pareja, laboral, etc., a vencer la oposición y el rechazo que nos lleva al sufrimiento, y llegar a la aceptación que nos hace sentirnos más libres.
Hace especial hincapié en el desarrollo del potencial del ser humano y pone el acento en reforzar las cualidades positivas de la persona. Lo más novedoso de este enfoque es:
La persona junto con el terapeuta aprende a desarrollar el "darse cuenta" que necesita para solucionar sus problemas de intercambio con el ambiente, que le permiten vivir una vida acorde a sus capacidades y necesidades. El criterio de éxito terapéutico no es la aceptación social, ni la cantidad de relaciones interpersonales, sino el aumento de su capacidad de darse cuenta y de un funcionamiento más eficiente.
El verdadero cambio se produce cuando uno se convierte en lo que es, no cuando trata de convertirse en lo que no es....
Trabajamos desde las emociones, los pensamientos, las sensaciones y movimientos corporales.
Y desde el aquí y ahora creamos otras formas de estar y por ende otras circunstancias aparecen.
Es una terapia para optimizar los propios recursos, para dejar atrás lo que ya no es para nosotros, y sobre todo para aprender y estar en la vida de una manera más auténtica y satisfactoria.
En una sesión de terapia Gestalt el terapeuta trabaja con lo que trae el cliente, con el tema que le inquieta, o lo que surge en el aquí y ahora de la sesión, tanto puede ser lo que está sintiendo el cliente en su vida como la misma relación entre cliente y terapeuta. El terapeuta ayuda a que el cliente tenga una completa percepción de aquello que está en juego en sus asuntos para que pueda tomar una mayor responsabilidad y orientarse en la vida con más congruencia consigo mismo y con el entorno. Por ejemplo ayuda al cliente a darse cuenta de lo que está sintiendo sobre algo y también le puede pedir que focalice su atención en sus sensaciones corporales, como una manera de traerlo al presente.
En un segundo momento si el terapeuta lo considera oportuno, propone un experimento o ejercicio gestáltico, como una silla vacía o el trabajo con algún sueño, o la dramatización de una escena del pasado. Con el objetivo de que el cliente tenga una experiencia vivida, que le permita integrar las partes del conflicto que está teniendo en ese momento y abrir una nuevo camino para su vida.
Desde tres meses a dos años, las sesiones acostumbran a ser de una hora y una vez por semana o menos cuando el proceso está avanzado.