Cuando nos enfrentamos a un momento de crisis, de malestar, donde la ansiedad reina y el estrés nos atrapa en sus garras malignas, todo se hace más difícil y nada nos parece ayudarnos. Pero cuando decidimos ocuparnos del problema, cuando decidimos que ya vale de estar mal, que ya no podemos más... que necesitamos hacer algo, entonces algo se empieza a mover: la fuerza interior.
Mi metodología de trabajo, el Método Crev, potencia esta fuerza y permite aprovecharla al máximo para poder salir de esta situación de angustia, malestar, agobio y estrés.
Es una metodología completa que trabaja el ser en su totalidad, apoyándose en dos pilares fundamentales: por un lado, la salud física y energética, aliviando los síntomas típicos de la ansiedad, la taquicardia, la molestia al pecho, la dificultad respiratoria, etc.; y por el otro el bienestar psicológico y emocional, ofreciendo un acompañamiento que permite reconocer nuestras propias emociones y aprender a gestionarlas para tener consciencia de nuestra mente y nuestro corazón en cada momento. Lo que más ayuda las personas a avanzar en su propio proceso es la toma de consciencia del mismo y es aquí donde el Método Crev hace hincapié.
El objetivo principal es que cada persona descubra su personal forma de autosanarse y que la terapia sea un mero acompañamiento en el descubrimiento de su propia esencia, sus excelencias, cualidades y capacidades. A la vez que trabaja la toma de consciencia del ser, para conocerse profundamente, potencia la autoestima para cultivar la fuerza interior, motor de todo.
El Método Crev trabaja según unos pocos conceptos muy sencillos, que simplemente hay que entender y experimentar:
Cuando alguien comprende, absorbe y practica estos principios junto con un acompañamiento terapéutico pasa algo maravilloso: empieza a disfrutar de la vida y entender la felicidad como una actitud y no como un objetivo.
He acompañado a muchas personas en este camino y cada vez más descubro que ser felices es mucho más sencillo de lo que nos imaginamos y cada vez más personas lo están comprobando.
Trabajar todos para nuestra felicidad hará que cambiemos el mundo a través del amor y la comprensión.
Construir una realidad mejor es posible y se empieza por uno mismo, por nuestro interior... nuestro pequeño mundo, nuestra realidad.
¡Te espero!
Lorena Giocasta, acompañamiento terapéutico en energía y emoción.