A través de la kinesiología accedemos a la información de lo que necesita el cuerpo en ese momento para restaurar la salud.
Pueden ser ajustes físicos/osteopáticos, nutricionales/bioquímicos, emocionales o energéticos (acupuntura, chakras...).
La terapia craneosacral e inducción miofascial ayudan a la integración y balance en el cuerpo físico.