La terapia individual es un proceso dedicado al tratamiento de asuntos que dificultan el desenvolvimiento personal del demandante. El punto de partida del trabajo es el encuentro del terapeuta con el cliente en un espacio confidencial y seguro que permite la expresión de sentimientos, pensamientos y emociones de la persona que acude a consulta.
Se trata de una relación profesional entre terapeuta y cliente, basada en el método de las Constelaciones Familiares creado por Bert Hellinger, que se inicia con la identificación de las dificultades y continúa con la configuración de la familia para descubrir las implicaciones sistémicas que están en la base de esas dificultades, para llegar a una solución que traiga amor donde antes había desdicha.
El terapeuta en Constelaciones Familiares suele usar en su trabajo, muñecos que representan a personas de interés para el caso a tratar. También puede utilizar otras herramientas terapéuticas como la introspección o la regresión, si lo cree conveniente.
En la primera sesión es importante identificar las dificultades y establecer unos objetivos a alcanzar en el proceso: ¿Qué me trae a consulta? A veces, el terapeuta puede indicar la necesidad de hacer una constelación familiar grupal en un taller, como parte del trabajo terapéutico.
Las sesiones de terapia individual tienen una frecuencia semanal o quincenal y suelen tener 1 hora de duración, aunque ocasionalmente pueden durar algo más. En algunos casos, una única sesión puede servir para encontrar el camino de solución de las dificultades.
Una vez cumplidas las sesiones pactadas, revisaremos el proceso y se verá la conveniencia de continuar o bien finalizar el proceso.
En el caso de los adolescentes, la primera entrevista es con los padres y en todos los casos es recomendable finalizar con una sesión de cierre.