Los desequilibrios son una oportunidad para evolucionar dentro de nuestro camino de vida.
Cuando hay resistencias, miedos, conflictos no resueltos, bucles de pensamientos negativos, dolor físico, desequilibrios funcionales, emociones reprimidas y no estamos en sintonía con nuestro interior ni con el entorno, la energía vital de la persona se resiente descuidando su salud física, mental, emocional y energética.
Con el trabajo personal, aprendemos, cambiamos creencias y estados emocionales, y transformamos el malestar emocional, mental, orgánico y energético en bienestar, en un gesto de dirigir el foco de atención hacia la nueva comprensión profunda y la propia responsabilidad, donde la nueva unidad y coherencia, del pensamiento, de la emoción, del físico y la energía, dibujan una nueva realidad y una manera diferente de vivir.