María del Carmen Sánchez Jiménez

Los procesos evolutivos implican el desarrollo del individuo y de sus habilidades hacia el estado de plenitud, en sesiones individuales o grupales. En forma de sesiones, talleres o cursos.

Mi línea de trabajo parte de la esencia del Ser e implica la totalidad del mismo; incluye lo espiritual y/o energético, vibratorio, mental, emocional, astral, etérico y físico, así como las relaciones con uno mismo, la pareja, la familia, la sociedad, el universo, la vida, el todo; a través de terapias integradas.

Nací con una misión de vida muy definida y declarada, así como con unas habilidades o dotes muy desarrolladas. Actitud de servicio y un liderazgo nato. Siempre tuve la capacidad de ver allá donde otros no ven, mis percepciones estaban muy despiertas lo que me permitió descubrir, conocer y desarrollar multitud de facetas de la vida y del Ser. Mi conexión era muy fuerte y abierta, esto me permitió gozar de experiencias intensas y muy reveladoras, además de abrir para mí un mar de infinitas posibilidades de conocimiento, oportunidades y riqueza.

Como me sentí siempre privilegiada, feliz y agradecida de percibir la vida del modo en que lo hice es para mí una gran ilusión el poder compartir con los demás el poder desarrollar esas cualidades que le permitirán mejorar su propia vida, conocerse a todos los niveles y permitirse ser lo mejor que es para si mismo y para todos. Las personas llegamos a ignorar absolutamente la propia grandeza y la capacidad real del ser que somos. Ignoramos lo que llegamos a significar, nuestra verdadera importancia, lo que significa nuestra presencia, lo que somos capaces de aportar, etc. Descubrirlo nos aporta una felicidad inaudita y el éxito de nuestra existencia, por ello me dedico con ilusión como parte de esta mi humilde misión de unificar. Ver cómo las personas toman su responsabilidad, cambian sus vidas, se permiten tomar consciencia, conocerse y valorar quienes son para mi es un inmenso regalo.

En 45 años sin saberlo me he comportado como un maestro Zen, que aprende y enseña al mismo tiempo. Mi formación es constante desde que tengo uso de razón y sigue siendo. Mis maestros son principalmente entidades espirituales, pues mi percepción de lo espiritual es total y constante, todo parte de este nivel realmente. Por lo que lo que las terapias que llego a aplicar no todas pudiera definirlas, si tuviera el afán de numerarlas, cosa que no es el caso.

Se aplica en todo momento lo que es necesario y más útil en ese momento según la persona y el tema en cuestión a tratar. Para los que necesitan determinar diré que algunas de estas terapias pueden identificarse como: Hipnosis, meditación, regresiones, reprogramación, gestión de emociones, constelaciones, imposición de manos, sanaciones energéticas y vibracionales, además de técnicas chamánicas y esoterismo.

En las sesiones individuales prefiero no conocer nada de la persona y le voy diciendo dónde están los conflictos o necesidades a cubrir y todo aquello que es necesario llevar a la consciencia para después sanar, gestionar o liberar. Tras una primera visión cada cual puede expresar abiertamente lo que desee.

Todo se lleva a que lo soluciones desde ti pero aquellas cuestiones que nos cuestan en soledad las apoyamos e inducimos a que se transformen para que puedas avanzar. Se mira el origen del problema y las relaciones donde se sustentan y se afrontan. Puedes realizar las preguntas que precises y las aclaraciones.

En las sesiones grupales cada persona comparte lo que tiene necesidad de compartir y a razón de ello desarrollamos la terapia de trabajo. El grupo permite un crecimiento global y comunitario, sobretodo otorga la posibilidad de conocer el yo familiar y social y desarrollar las habilidades sociales, la coordinación, además de sanar la pertenencia, entre otras cosas.