La vida cotidiana nos aborda con sus exigencias, mermando nuestra capacidad de desarrollar equilibradamente nuestra existencia, provocando dificultades para dormir, angustias, estrés, ansiedad, irritación, relaciones tensas e insatisfacción personal con la vida.
Estos estados emocionales se generan ante las pérdidas que se viven en ella, o los reclamos familiares, laborales, amistades, que conllevan a una soledad interna en algunos casos, o la imposibilidad de responder a todos las obligaciones que nos aborda en la vida. De ahí que los problemas surjan, debido a la imposibilidad de satisfacer a las obligaciones impuestas y/o escogidas.
Estos problemas, en su mayoría surgidos de relaciones conflictivas, en ocasiones provocan sintomas en nuestro cuerpo, como insomnio, dolor de espalda, ansiedad, estrés, cansancio y otras manifestaciones psicosomáticas. Provocando una malestar con la vida, una insatisfacción, basada en la baja autoestima que se alimenta de la falta de autocuidado personal, percibiendo la vida con una complejidad e indefensión que impide tomar una autonomía plena que permita decidir como vivir, en el entorno social donde desarrollamos la vida.
La TERAPIA DE LA VIDA COTIDIANA, se crea para afrontar las dificultades de la misma, integrando cada aspecto y suceso que nos sucede en nuestra personalidad y cotidianidad, desde la proactividad, es decir, la acción consciente sobre los hechos que vivimos, creando nuestra propia existencia, escogiendo el modo de relacionarnos con el entorno, priorizando siempre nuestra satisfacción y bienestar, y contribuyendo así a desarrollar una vida más sencilla y saludable, conscientes de nuestras aptitudes y capacidad para desarrollarnos como personas.